Nuevo rumbo: Sol de Oro, Villa Carlos Paz. San Javier me atrae

6:30 abro mis ojos, vuelvo hacia la izquierda, hacia la derecha no me duermo. Tomo mi lectura. Desayuno a las 8 tengo tiempo de hacer mucho.
Hoy parto hacia la Escuela Waldorf Sol de Oro de Villa Carlos Paz. Llegando a Villa Dolores, me encuentro sorprendido con que olvide algunas cosas en el auto de Ricardo, la rpmqlrp (sin subtitulo) Esta ciudad no me agrada y tengo que esperar hasta las 15, hora de regreso de mi amigo de sus tareas. Vuelvo a San Javier y recorro lo que quería y tomo aquellas fotos que no pude.




Entre Chichas y limonadas, mis amiguitos se hiceron presentes al verme, tocando un instrumento que sonaba a flauta.

Puertas coloniales.

 Hoy: gnocchi



Descanso, lectura

San Javier

Vuelto de la escuela, voy camino a la casa de Richie, caminando, aprovechando ahora el tímido sol que asoma cuando las nubes se lo permiten.
Hacia la derecha de esta foto, Merlo, San Luis. Abajo San Javier; más adelante Villa Dolores; por la derecha Villas Las Rosas.
Me siento sobre unas rocas, el sol abriga mi cuerpo, retomo la lectura. Se filtra un sentimiento de tristeza, cuesta quitar la imagen que la genera, no sé si quiero quitarla. Impide mi lectura y ser objeto de observación. Inhalo, cierro los ojos, me libero de la imagen mental, la guardo en mi corazón, donde estás.
Un mensaje en el aparatito irrumpe el próximo párrafo. Ana, gran maestra y ser que produce en mi admiración, me invita a encontrarnos en Las Rosas. Miro el reloj, puedo ir caminando, si llego, parto rumbo Las Rosas nuevamente.
Se produce el encuentro, genial, encontrarme con aquel ser de blancos cabellos, mirada profunda y un gesto de apertura, su alegría se una a la mía, lejos ya del seminario, de la Ciudad nos damos encuentro.
Me invita a su hogar, CLAROOOOO, gracias.
Luego de varios minutos subiendo en su auto, en Las Chacras, pueblo vecino de San Javier, llegamos a donde ya no se ven vecinos, un camino casi irreconosible sale a la izquierda, 300mts, una pequeña casa de adobe, piedra, madera y paja. Salen a nuestro encuentro dos niños, sus nietos. También Paul su madre e hija de Ana. Se oyen máquinas de hombres trabajando, no son varios es uno solo De Souza. Perros y gatos se unen a la bienvenida de mi persona.
No podía imaginar otro lugar para Ana, paz, tranquilidad, armonía, felicidad, soledad, familia, lo comparten conmigo, gracias.





El diálogo se sucede hasta después de la sobre mesa de la cena, temas varios: antroposofia, pedagogias, ahura mazda, religión, masoneria, teorias conspirativas, labores, ocupaciones, artesanias, mineria, sionismo, experiencias de vida, medicinas naturales.
Cuan cómodo me sentí, gracias.
Ana se compadece de mi y me lleva devuelta  a mi hospedaje.
Lectura, Meditación, me duermo, feliz.

Escuela Waldorf, El Trigal, Villa Las Rosas, Traslasierra, Córdoba. M28


A varios kms de San Javier, camino hacia Ciudad de Córdoba, cruzando un pequeño puente en una curva, se encuentra la entrada de la Escuela El Trigal. Un km más adentro luego de hacer una z, me encuentro con la escuela.


Soy recibido por el maestro Hernán, maestro de grado y de música. Hoy los niños de cuarto grado tienen música, coro. El maestro me permite observar y participar de su hora. Los niños me miran dubitativos, con expresiones en sus rostros de extrañeza. Sus fábulas comienzan a oirse, soy un maestro nuevo, un padre, un inspector de la provincia, de todo un poco. Uno de los niños me observa, yo le observo. Me sonrie y dibuja con su mano un gesto de bienvenida, hola...Lo suyo hace otro de los niños. Cuando saco de mi bolsillo la flauta, los niños se avalanzan sobre ella, me la piden prestada, traen el recuerdo de aquella flauta que les acompaño en años anteriores. Cada uno le quita unos sonidos hermosos, armónicos. Esa flauta puede sonar tan lindo y en manos de los niños se ve tan bien.
Llegando al final de la hora, el maestro me da lugar para presentarme y contarles qué estoy haciendo, al hacerlo, la mayoría de los niños cambian sus gestos por el del asombro, de la sorpresa. Estos dos pequeños, Galileo y Ulises de los que escribí con anterioridad, se acercan uno a uno y con gesto de entrega, fuerzan mi mano a ser extendida y recibir aquello que yo aún no comprendía, al hacerlo, dejan sus monedas, del recreo, para el recreo.
Muchas gracias no las necesito, gracias...quizas las necesites
Quiero que las tengas, me responde uno
Son para vos, me dice el otro
Que sorpresa, estan apoyando mi proyecto, mi viaje, mi encuentro, nuestro encuentro. Namasté mis queridos niños.(el viaje, mi vida esta cosechando)
Acabo de recibir uno de los gestos más bellos, nobles, sanos. Que viaje, gracias. Observan y persiven, aportan su grano de arena.
La sensibilidad de estos niños, acompañan la mía, nos une, les observe y ellos a mi.
Hago lo mio, con los maestros, Ahura Mazda.
Me encuentro con otro compañero del módulo de Bio dinámica, ahora vive allí.





Una madre, amablemente me acerca a San Javier, lugar donde viven varios de los niños con los que comparti parte de mi mañana.

Villa Las Rosas, Traslasierra, Escuela Waldorf, El Trigal

Llegado a Ciudad de Córdoba, ya tengo pasaje a Las Rosas, Cleta embalada. Pronóstico climático: Lluvia, piedra, viento.


Camino sinuoso, elevado, gran velocidad del chofer. Quiero llegar sano hermano, afloja al acelerador y comenzá a utilizar el freno. A modo de buen copiloto que cuando llega la curva comienza a bombear el pedal del freno imaginario que tiene bajo su pie derecho, pero nada sucede. Intento retomar mi lectura, es imposible, me mareo, quiero llegar sano.
El Champaquí, divide los valles, a modo del Piltriquitron en El Bolsón, este hace lo suyo.
Ya oscuro al llegar, me encuentro con la Hostería donde iba a alojarme, cerrada. No porque estaba momentaneamente cerrada, sino que cambiaron de rubro. Alegría, desconcierto, dónde me quedo?, llamo a Frank (creador del Seminario Central dentro de varias cosas y ex maestro del mismo) me facilita algunos teléfonos: nada.
En la estación me encuentro con un hombre observando mi Cleta: qué onda?, solo la observaba y le intrigaba cómo la habia doblado de esa manera. Le cuento y al oirle, percibo que es mexicano, mi cuate, Cabral, al oir que no tengo donde parar me ofrece su humilde habitación. Namaste Cabral.
Ya había hablado con mi querido amigo Ricardo Garcia Rubio, padre de Juana, gracias a ello, me vuelvo a comunicar y le espero en la estación de Villa Las Rosas.
Me lleva a San Javier, llego de noche, pero veo un lugar bello, como si fuese un pueblo del norte del país, un pueblo salteño, colonial. Este pueblo queda camino a Merlo, provincia de San Luis. A unos 15km de Las Rosas. Ya había hablado con unos conocidos para hosperdarme en un Hospedaje Familiar. Dejamos las cosas allí y vamosa cenar a Kichilo, que lugar.






La Aurora, Escuela Waldorf, Villa General Belgrano.

A metros del Hostel El Rincón, sobre la misma calle, se encuentra la Escuela Waldorf La Aurora, llego 9:55, hora acordada con uno de sus maestros. Al llegar veo niños afuera jugando, están en recreo. Al acercarme, son los más pequeños los que están allí. Primer grado se acerca, curioso, me observan, se animan, me preguntan. Se presenta Mariano (otro gran viajero) su maestro. A los pocos minutos sale el colegio completo al patio de la escuela, también sus maestras. Hay plurigrados y grados, varios maestros, pero no todos.
Me recibe Paula, maestra también de otras escuelas waldorf del país.
Ahura Mazda se despierta y se da a conocer a los maestros reunidos frente a mi, luego de la introducción del proyecto, pasamos a hablar de nimiedades. Comienzan a actualizarse sobre las escuelas en Buenos Aires, solo puedo contarle lo que sé de Juana.
Recorro la escuela, sus aulas e interactuo con sus alumnos.




Llueve, a las doce sale mi bus hacia Ciudad de Córdoba.
Otro viaje comienza, distinto, desde un lugar más cómodo, sentado al lado del chofer que recuerda haberme cruzado el sábado: estás loco pibe.
Destino: Villa Las Rosas, Escuela: El  Trigal.
La Cleta?, en el depósito del omnibus.

Pronóstico: %60 probabilidades de diluvio. Domingo 26 Septiembre 2010

Ya mudado al Hostel El Rincón: http://www.hostelelrincon.com.ar/  con un pronóstico favorable para el descanso de mi cuerpo y del alma. Aún quedan varias personas dando vueltas por el lugar. El curso de acueral no llego a su fin. Me encuentro conocidos, con los cuales realice el primer módulo de producción bio dinámica en 2009.






Afuera llueve, por momentos luz, por otros oscuridad, día para leer, escribir, dormir, rezar, olvidar, soltar, decidir, disfrutar.
Ayer hice mi primer prueba musical con la regalada flauta pentatónica, hoy en medio del bosque la segunda, suena muy lindo, gracias L.

Salir al encuentro...

La llegada a Villa General Belgrano, no solo estuvo marcada por el frío, el agotamiento y la lluvia, sino también por la cordialidad de una pareja que atiende su humilde local de informatica ingresando a la Villa, ellos amablemente me invitaron a pasar a su local y llamando desde su teléfono buscaron para mi un lugar cómodo, cerca y barato, donde poder dormir. Hasta me consiguieron un precio preferencial por ser amigo suyo. Gracias, Namasté para ustedes mis queridos desconocidos.
Después de merecida ducha, quitarme lo entumecido de mis manos, heladas por la lluvia y el viento, las piernas y a decir verdad el resto de mi cuerpo. Si, yo, tuve mucho frío. Me tomo unas horas sobre la cama, llamo a Ana (mentora, inspiradora y querida maestra del Seminario Pedagógico y amiga) para que pueda facilitarme algún dato más preciso sobre algún padre o maestro al cual llamar.
Me pongo en contacto con John, del Hostel El Rincón. Con el cosmos sobre mi, el cielo se habia despejado y veía las estrellas tan cercas como el cielo raso de una casa, estarían tan cerca? o soy yo quien se acerca a ellas? Caminando por el bosque agradezco el momento, la oscuridad hace lo suyo, el cansancio y la sensibilidad lo otro. Voy al encuentro de algo nuevo.
Salgo en búsqueda de ese lugar y aquel nombre vestido de cuerpo humano. Al pasar por el centro comercial de Villa General Belgrano, recuerdo las comidas tipicas, afirmo que al regresar voy a parar por un goulash, sin duda. Al dar unas vueltas por las oscuras calles, densamente pobladas de la nada, llenas de caminos, árboles y las estrellas, llego en plena hora de la cena, mucha gente, una mesa vacia.
Dentro de la cocina, un hombre, si, claro, aquel hombre de facciones europeas es John.
Qué tal, John?, me envía Ana.
Oh si claro, en este momento no puedo atenderte, me aguardas unos minutos?
Claro... puedo cenar?
Pero claro, allí en la mesa está todo. Hay...GOULASH
Fantástico, gracias.

Tomo la mesa vacia, toda para mi, puedo desde allí observar todo el panorama, quienes se sientan a mi alrededor.
Al volver a mi mesa, con el plato lleno de tal preciosa comida húngara, veo una cara conocida...si, le conozco, de dónde?, sin dudarlo me levanto y voy a su encuentro. Es una maestra del Trigal de Villa Las Rosas. Sonia, que trabajo en Juana de Arco. Estaba allí realizando un curso de acuarela con Henk Jan Meyer, quien también había disertado en un módulo de Producción Bio Dinámica, en el mismo lugar, una semana antes.
Cuando le comento a Sonia, maestra de El Trigal, el por qué de mi viaje, llevar la luza de Ahura Mazda y de ella esperar su obrar en corazón y mente, me dice muy tranquila que allí en dicho curso se encontraban maestros de varias escuelas: El Trigal, Sol de Oro y La Aurora.
Este encuentro es mágico, sublime, qué más puedo pedir?, pedir?, agradecer por tal momento. Confirmo así, que luego de haber enviado mails a los cuatro vientos, llamado a cuanto teléfono he logrado, los encuentros son físicos, personales.
Luego de la cena, voy al encuentro de dichas maestras. Me presento, se presentan y les comento por qué estoy allí. Tengo lugar donde quedarme en Villa Carlos Paz, de mano de Silvana, Tante o Seño del Jardin Sol de Oro. También lugar donde quedarme en Villa General Belgrano, en el Hostel de John. Como en Villa General Belgrano. El poder del deseo, la decisión, la apertura al futuro y lo que pueda traer. Que hermosa conspiración del destino. No tengo más que palabras de agradecimiento, sabia que esos 90km serían para algo, BUENO claro.

El lunes 9:55 estare por La Aurora, ya organice con una de sus maestras para dicho encuentro.
Con el espiritu rebozante, el corazón lleno, la mente tranquila, vuelvo a la cabaña, a esa cama que probé horas antes.
Gracias